martes, 19 de febrero de 2013

Un relato de berberechos que practicaban natación sincronizada en zumo de piña..

Sentada en el sillón de un tranquilo hotel, disfrutaba de un refrescante zumo de piña. Un despistado camarero dejó sobre la mesita que acompañaba mi descanso un platito lleno de berberechos. Me giré con la intención de llamarlo para que se llevase lo que me había traído por error, pero había desaparecido todo el mundo.

Con cierta resignación, miré al platito pensando en que se iba a estropear ese delicioso manjar a causa de mi intolerancia, cuando unas voces me llamaron la atención.

- ¡Venga chicos! Que ahora no mira nadie, que tenemos que entrenarnos -se escuchó desde el fondo del platito.

Me acerqué con cierta incredulidad, pues no veía a nadie que estuviese haciéndome mofa. De hecho, estaba sola en el hall. Unos pequeños bracitos sobresalían de entre el caldo y, poco a poco, fueron apareciendo cada vez más; ante mi sorpresa se iban desplazando en fila india hacia mi vaso de zumo de piña.

- ¡Vamos! -exclamó un berberecho-, hay que entrenar que la semana que viene tenemos el campeonato de natación sincronizada.

Y empezaron a moverse al ritmo de la música ambiental. Con una coreografía de lo más estudiada, hacían todo tipo de piruetas, se sumergían en las profundidades del zumo y salían cual sirenas en el mar.

- ¡Venga, nenazas! -decía sin parar uno de ellos-. ¡Dos a la derecha, tres detrás, en formación!! ¡Ale hop!!

Y acto seguido volvieron a hacer nuevamente otro tipo de baile, pero esta vez más elaborado que la anterior; saltando sobre ellos, moviéndose con rapidez, deslizándose entre las ondas del zumo con una asombrosa ligereza, bailando sin parar.

Sin poder dejar de mirar la escena, una voz tras de mi me hizo volver a la realidad.

- Disculpe, ¿le ocurre algo? -me preguntó cortésmente el camarero-.

- Creo que hay un berberecho en mi zumo...si fuera tan amable de retirármelo... -le contesté-.



Licencia de Creative Commons

4 comentarios:

  1. El vermú nunca volverá a ser lo mismo...

    ResponderEliminar
  2. y a mí que este cuento me recuerda a una conversación que tuvimos jeje - Meri

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué divertido, Cassandra! Me has hecho pasar un buen rato. :)

    ResponderEliminar
  4. Gracias. Se nota que fue uno de mis primeros relatos. Releyendo veo cosas que antes no veía, pero muchas gracias por comentar.

    ResponderEliminar